Por: Dulce Gracía
Al sur de la CDMX encontramos un rincón escondido, mágico, misterioso pero lleno de sabores, confort y deliciosa comida mexicana. Se trata de OXA, un restaurante de la chef Ana Martorell que le enorgullece y trabaja día con día por destacar su potencial.
Nos ha sorprendido desde la llegada pues la puerta de entrada no tiene mayor letrero, luces o color. ¿Ubicas el bazar del sábado del barrio de San Ángel? pues justamente OXA fue adaptado en su patio, así que es un lugar que transpira México por cada poro.
Se trata de una casa del siglo XVIII en Plaza San Jacinto, San Ángel que es parada obligada los fines de semana y ahora mucho más con la incorporación de OXA. Luego del túnel obscuro llegas a un espacio abierto, un patio con fuente al centro abrazada por mesas alrededor.
“Mi papá, quien es arquitecto, siempre dice que los lugares más bonitos son los que de un túnel cerrado se abre a la luz, a una posibilidad nueva, un camino que no habías encontrado. Eso tenemos en OXA, de pronto un lugar cerrado y obscuro que abre a la luz y la magia.”, mencionó la Chef Ana Martorell
La paleta de colores es neutra con tonos ladrillo y paja. Los asientos son muy cómodos con cojines acolchados y respaldos adaptados a la forma natural de la espalda. Para iniciar muy amablemente te ofrecen alguna bebida para abrir el apetito, tienen grandes opciones con alcohol o sin él. Probamos su coctel con frutos rojos que es espectacular y muy refrescante.
Menú
Te llevan la carta en una tabla de madera que puedes tomar fácilmente. Encontrarás en ella desde platillos para compartir en la entrada como coliflor horneada, mini sopes de pollo con mole blanco, tuétanos para taquear u ostiones a la piedra.
Al centro no puedes perderte sus tortillas hechas a mano con hoja santa, son exquisitas. El menú sigue con platillos hechos con maíz como el tamal de lechón servido en crema de salsa tatemada o el tamal envuelto en hoja santa servido con mole.
Tienen también ensaladas, ravioles con camarón, chipotle, guacamole y salsa de frijoles negros, infladita de caviar Azteca rellena de escamoles caramelizados en salsa de mantequilla al limón amarillo, tiradito de salmón, tostada de aguachile pibil, enchiladas y su elote tricolor delicioso con mayonesa de habanero y polvo de tortilla, mole coloradito y polvo de chile ancho y guacamole con huauzontle.
Tienen sopas muy especiales como el chilpachole, la de frijol o el fideo seco y de platos fuertes podrás elegir entre cecina, pollo lechal al pastor, tacos dorados de lechón, pescado coloradito, hamburguesa, salmón, short rib y más.
Como podemos ver hay preparaciones, ingredientes y platillos de diferentes estados de la República Mexicana, la razón es porque se encuentra en CDMX, “Somos esa parte del país que no tiene identidad. Los Chefs nunca lo hacemos bien; por ejemplo, si hacemos cochinita Yucatán nos dice que no está bien hecho, si hacemos mole, Oaxaca nos dice que no es así. Pero si lo vemos de forma positiva somos la ciudad que lo tiene todo. Agarro un poco de todos lados y cocino a mi estilo. Por eso digo que es Cocina Mexicana, Cocina Única”, mencionó el Chef Ana Martorell.
La experiencia es espectacular, ideal para ir acompañado de familia, tu pareja o amigos. El patio es muy fresco pues está al aire libre pero no te preocupes que tienen todo preparado con un domo para protegerse en caso de lluvia. Tendrás los platillos favoritos siempre pero la carta cambia según las necesidades y peticiones de los comensales, de la carta y el clima. Por cierto, los días jueves tienen música en vivo y el servicio es destacable.
Nota original: Restaurante en el hermoso patio de una casona que honra la comida mexicana (thehappening.com)
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